Una de las cosas que nunca me han gustado de las aplicaciones de mensajería ya sea Messenger, Skype, WhatsApp, Telegram... es el hecho de que no se puede saber a ciencia cierta que siente realmente la otra persona.
Anda que no conoceréis problemas que han surgido entre personas y solo por semejante tontería.
Yo lo tengo claro, prefiero el cara a cara o el teléfono para ciertas cosas. Nunca se sabe.
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