viernes, 30 de mayo de 2014

LA RELACIÓN WEAREABLE - PERSONA

En este Blog se ha hablado multitud de veces de diferentes tipos de Wearables. La verdad es que la primera impresión que da un elemento de este tipo es de... ¿Cómo hemos podido vivir sin el?

Pero el amor dura lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. Si tuviéramos que definir metafóricamente la relación Weareable - Persona, podríamos decir que la mayoría de las veces es más una pasión desatada de fin de semana que un amor de futuro.
 

Según las estadísticas, un tercio de los usuarios terminan por abandonar su Weareable a los seis meses. La verdad es que las encuestas dejan ver a la luz un panorama sorprendente. En el Reino unido menos del 30% afirmaban estar interesados en comprar un smartwatch, y apenas un 25% lo harían con unas gafas conectadas como las Glass de Google.

Existen multitud de empresas que ya están reflexionando sobre la venta de sus productos como el Fuelband de Nike.

Dentro de este mar de dudas aparece Apple y avisa que pronto veremos un producto de este tipo con el logo de la manzana.

La verdad es que gran parte de estos dispositivos son más un contenedor de información que otra cosa. Gran parte de ellos recogen información  pero  ¿Qué  utilidad dan a esos datos que recopilan sobre nosotros? Si esto se consigue encauzar, si llevar una pulsera o reloj nos devuelve un valor más allá de la recopilación el usuario podrá atisbar algo de utilidad en estos dispositivos.

Y la salud tiene sin duda su rol principal en ese recorrido para hacer que un dispositivo weareable tenga valor para el consumidor.

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