Una de las cosas buenas que tiene estar en el departamento de I.T. es que adquieres reflejos felinos, te acostumbras a vivir al límite, a vivir sin tomar precauciones y os diré por qué.
Cuando toda la actividad de la empresa gira en torno a un programa el cual está gestionado por una compañía que es más que probable que este ahí por decisión unánime, o sea, de una sola persona y a la cual la importa un pito el rendimiento del programa, todo puede pasar.
Tan de rica mañana, te llega un email avisándote de que van a actualizar el programa de la empresa, tu cara palidece, algo maligno está a punto de ocurrir. Es curioso, podrías pensar que el programa ira mejor, más fluido y más funcional porque la empresa que lo gestiona y los encargados de implantar las actualizaciones son lo suficientemente listos para haber probado y testeado esa actualización antes. ¿Pero qué emoción tendría eso? ¡Ninguna!
La actualización se implanta a pelo. Funcionalidades del programa que antes iban como la seda empiezan a fallar, el programa se ralentiza una barbaridad llegándose a colgar lo cual hace que los users estén en pie de guerra. En ese momento te sientes vivo.
Pero como son pocas emociones, se decide que también se va a cambiar el sistema de conexión remota. En esta ocasión los que realizan el cambio es un departamento de I. T. superior lo cual hace que se genere en ti cierta esperanza de que todo irá bien. Error.
Una vez instalado, todas las conexiones remotas fallan y están fallando durante semanas pero qué sentido tendría probar el software de conexión antes de implantarlo, ninguno. Hacerlo a pelo hace que se generen emociones más intensas.
Y como no hay dos sin tres y siempre hay personas que piensan que los I.T. estamos demasiados ociosos, se decide hacer una obra para la cual el departamento de mantenimiento pues… nada… desconecta unos cables por aquí y por allá y como al volverlos a conectar no funciona la red, se decide ir al CPD a toquetear más cables, entrando en un frenesí total, a ver si así se produce el milagro de la conexión. Finalmente, cuando se dan cuenta de que no saben ni por donde les da el aire se acuerdan que hay un departamento de I.T. que lo solucionará aunque para ello sea necesario estar hasta las 22:00 de un viernes y el posterior fin de semana pringando.
Para terminar la semana te alegran con la noticia de una nueva actualización de otro software vital. Nubes negras se divisan en el horizonte.
Visto lo visto a los que nos dedicamos a esto se nos podría aplicar el lema de “Vivir rápido y morir joven” Nos pone el peligro, nos pone vivir al límite, la monotonía no va con nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario