¿Cuántas veces hemos conocido a una persona que conversa abiertamente con nosotros? ¿Es solo simpatía o hay algo más?
Seguro que muchas personas se han hecho esta pregunta alguna vez en su vida. Seguro que muchas personas se han lanzado a la conquista super convencidos y han tenido como resultado unas buenas calabazas, una esquiva cobra o lo más temible entre lo temible, terminar en la friendzone.
Pero por otro lado, seguro que hay muchas personas que no han intentado nada y se han vuelto a casa dándole vueltas a la cabeza. ¿Era una persona muy amistosa o estaba coqueteando? Quizá otra persona encuentre la respuesta, tu ya, no.
EL JUEGO
La verdad es que la cosa no está fácil. No siempre el interés se demuestra de manera verbal, aquí es donde entran las famosas señales en juego. Qué fácil sería que esa persona con la que has cruzado un par de miradas se acercase y te dijera "Me gustas, ¿Quieres que salgamos?" Que raro suena, joder.
Luego tenemos otros casos en los que hay personas que coquetean por coquetear, no tienen un interés real, simplemente para ellas es un juego en el que esperan quedar como ganadoras pase lo que pase. Ya sea demostrando su superioridad y dejándote con un palmo de narices o finalmente cazando a su presa si es que se deciden.
LAS TEORÍAS
Según una publicación del Evolutionary Psychology Journal, los hombres han evolucionado para no perder una sola oportunidad en reproducirse, quizá por eso se ataca tanto aunque solo sea un simple gesto amistoso. Por lo contrario, según el psicólogo Mons Bendixen, las mujeres son más precavidas y cuidadosas para no terminar embarazadas por el hombre equivocado. Ante lo cual me surge una pregunta... ¿Qué es el hombre equivocado para una mujer?
En colación a esto aparece un estudio de Coreen Farris donde dice que los hombres encuentran mucha dificultad en diferenciar una relación amistosa de un coqueteo. Para ellos todo es coquetear. Esto explicaría muchas cosas. Como se ha mencionado anteriormente, estamos programados para no perder ni una oportunidad.
Precisamente, esta puede ser la razón por la que muchas veces esa relación de amistad tan fantástica termina como el rosario de la aurora por un ataque o proposición no esperada (eso de no esperada tendríamos que verlo), o con una de las partes en el corralito de la friendzone.
LAS SEÑALES DE QUE LE GUSTAS
Como hemos dicho anteriormente, la manera directa no existe. ¡Ojalá! pero no. Tenemos que saber interpretar esas sutilezas del entorno. De esta manera sabremos si se trata de una persona simpática o de un coqueteo.
Contacto visual: Una persona interesada en ti, buscará el contacto visual de manera directa o indirecta pero lo buscará e intentará que te des cuenta de ello.
Proxémica: ¿Eim? Se trata del uso del espacio. Os ha pasado que estáis en una sala, hay un cruce de miradas y a los pocos minutos esa persona está a vuestro lado ¡Sapristi! ¡Qué casualidad!
Contactos sutiles: Roces en la espalda más de lo normal, al cruzar la sala os toca el brazo, espalda o la cintura. También puede ocurrir que una vez entablada la conversación te aparte el pelo de la cara, te toque el brazo, la mano...
Juguetear: Esto viene a ser lo del contacto sutil pero a lo bestia y es una parte muy peligrosa ya que como hemos dicho antes hay personas que hacen esto como hobby. Juguetean sin un fin aparente y lo que parecía un baile muy pegado y un susurro delator no es más que jugueteo. Os suena la frase tras 1 hora de tonteo, baile y quino..."He salido a pasármelo bien, no busco nada". Mucha sangre fría.
Respuestas fisiológicas: Una de las respuestas fisiológicas más claras para ver si una persona se siente atraída por nosotros tanto emocional como sexualmente son unas pupilas dilatadas. Aunque también puede ser que esté bajo los efectos de algún estupefaciente. Así que asegúrate antes de sacar conclusiones.
Como ves, distinguir la simpatía del coqueteo no es nada fácil, por eso a veces ocurren malos entendidos. Te diría que la mejor opción ante la duda es preguntar sin rodeos pero te dirán que eso es muy poco romántico y que no tiene emoción, que te lo curres más.
Así que sabes que te digo... vete a la barra, tomate una copa más y cómprate un perro, al menos sus señales son más claras y sus sentimientos más puros.
¡Un abrazo!
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