sábado, 30 de abril de 2016

EL ESCUDO DE NUESTROS DATOS

Volvemos a tratar el tema de la seguridad de los datos en Internet. Sabemos que hay compañías en todo el mundo cuyo negocio es el tratamiento de datos en la red.  La expansión, cada vez mayor, de las redes sociales y la aceptación como herramienta de uso de la Nube hace que tengamos cada vez más datos "correteando"... por ahí. La pregunta es ¿Existe una verdadera privacidad de esos datos?

Estados Unidos y la Unión Europea siguen en negociaciones de un sistema de tratamiento de datos más restrictivo, mediante el cual ciertas agencias gubernamentales no tengan acceso a nuestros datos solo por el mero hecho de que están o se procesan en compañias de su país. 

Sobre la mesa han existido varios proyectos. El más prometedor fue Safe Harbor pero sigue en construcción o desmantelación, según se mire y nos tendremos que conformar con el último acuerdo realizado, EU-US Privacy Shield (Escudo de Privacidad entre Estados Unidos y Europa), como estándar de protección de datos.

 
Este acuerdo fija que las agencias gubernamentales no tengan tanta facilidad para acceder a los datos, pero nada es definitivo ya que, a parte de la negociación colectiva, cada país miembro de la UE debe negociar con EE.UU. las condiciones finales para garantizar, verdaderamente, la privacidad de los datos de los usuarios.

En mi opinión, me parece un poco absurdo realizar una negociación colectiva de meses para que luego cada país miembro tenga que hacer su negociación individual para conseguir una verdadera privacidad. Europa vuelve a demostrar que no termina de funcionar como bloque.

Respecto al tema de la seguridad, es lo de siempre. Si por algo se ha caracterizado Internet es por la libertad que daba para hacer casi cualquier cosa. Poco a poco se van poniendo filtros, debido a que los datos son tremendamente vulnerables, y ello conlleva a estar más seguros.

Una vez más el debate de las dos palabras mágicas LIBERTAD Y SEGURIDAD. Antagónicas pero igual de importantes en nuestras vidas las dos. ¿Cuál sería el porcentaje perfecto en tu vida de la mezcla de ambas palabras?

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