¿Recordáis el Messenger? Qué tiempos aquellos. En una vorágine de absorciones Skype fue adquirido por Microsoft lo que hizo que Messenger firmase su defunción y se quedase Skype como dueño y señor de este tipo de comunicaciones. Pero Skype era más orientado a usuarios del hogar ¿Qué podía hacer Microsoft con los usuarios de negocio? Y apareció Lync.
Resulta curioso como siendo de la misma compañía tanto Skype como Lync, en algunas empresas Skype estaba prohibido y Lync era la vía de comunicación oficial, ya ve usted que absurdez.
¿Es normal mantener dos aplicaciones que valen para lo mismo? ¿Por qué no fusionarlas en una? En este año 2015 alguien se dio cuenta de esto y apareció Skype for Business, fagocitándose a Lync.
Lo que era una aplicación prohibida y mal vista ha pasado a ser la aplicación oficial de muchas empresas, vamos el colmo de la absurdez burocrática, nos perdemos en tonterías.
Todo esto ya se veía venir mucho antes ya que desde principios de año Skype y Lync fueron adaptándose para que los usuarios de ambas aplicaciones se pudieran comunicar entre si e incluso realizar vídeo-llamadas.
Este es un ejemplo más de que vivimos en una era de tecnología voraz en la que las empresas se comen unas a otras y con ellas sus aplicaciones. Si todo esto sirve para que reine la mejor aplicación por mi genial pero a veces la mejor no es la más fuerte.
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