Es de conocimiento general que los precios que vemos y que se ponen no son ninguna casualidad. Hoy en día la psicología está tan metida en la sociedad que hasta para poner precios parece ser importante y aún hay gente que no cree en ella.
¿COMO SE DETERMINA UN PRECIO?
Las grandes empresas tienen departamentos marketinianos donde determinan el precio o la forma de vender un producto olvidando un poco el tema psicológico pero las pequeñas empresas que carecen de estos departamentos se agarran a la psicología del ser humano para vender.
En los últimos años la táctica que más se ha usado es la de terminaciones tipo 9,99€ o 9,95€ y está comprobado su eficacia por un estudio que realizó una tienda online.
Otro método muy usado es que el dígito de la izquierda se reduzca en 1. Pasamos de 3€ a 2,99€. En el libro de Thomas y Marwitz dicen:
“...al evaluar “2,99”, el proceso de codificación de magnitudes empieza
en cuanto nuestros ojos encuentran el número 2. En consecuencia, la
magnitud percibida de 2,99 queda anclada al dígito que está más a la
izquierda (es decir, 2) y se vuelve significativamente inferior a la
magnitud 3,00”
Hay estudios que hablan también del proceso de asimilación del precio. Se asimila mejor un precio redondo de 10€ que uno de 9,47€. Dicen que el precio de 10€ da sensación de precio más justo. No se si esto será verdad por muy justo que parezca.
De hecho, por otra parte hay un estudio que dice que los precios redondos como 100, 1000 o 10000 dan sensación de precios inflados o redondeados al alza. Finalmente se llega a la siguiente conclusión:
Los número con pocas sílabas son más atractivos que los que tienen más sílabas. Se asocia a que los precios con muchas sílabas dan sensación de caros. Yo lo asociaría a la pereza humana.
Otra táctica que suele funcionar, aunque la gente poco a poco está más atenta, es separar los gastos de envío. Curiosamente un precio de 0,01€ y 3,99€ de gastos de envío es más atractivo que uno de 3,2€ sin gastos de envío.
También es muy usada la estrategia de pago a plazos.
La diferencia puede ser mínima o ni si quiera existir pero el impacto inicial de los 499 hace que lo descartes sin pensarlo.
Poner un precio anterior tachado y el actual bastante más bajo suele funcionar mucho ya que lo que vemos es la diferencia sin parar a pensar si realmente el precio anterior tiene sentido o era real. ¡Pero mira que diferencia!
Estas son solo unas de las muchas tácticas utilizadas en los precios. Recordad que la mente juega en nuestra contra y puede engañarnos o sugerirnos algo equivocado, mucho cuidado amigos.
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