Afortunadamente parece que ya ha pasado la fiebre por las cámaras fotográficas. La gente se gastaba auténticos pastizales en cámaras y objetivos que ni en sus mejores sueños rentabilizarían pero bueno, la gente es libre de gastar su dinero como le de la gana ¿No?
El tema es que la gran mayoría de estas personas al tener una cámara de estas características, por obra y gracia de Dios, ya se creían fotógrafos profesionales y empezaban a tirar fotos y jugar con el Photoshop. Cuanto daño ha hecho el Photoshop.
A todos nos gusta manipular las fotos, que si ponla en sepia, pero mira que bonita queda en blanco y negro pero... ¿Realmente sabemos cuando hay que pasar una foto a blanco y negro?
Tras cotillear por la Web y no solo en la Wikipedia, os voy a dejar unos consejillos para saber cuando se supone que es más recomendable pasar una foto a blanco y negro.
Primero hay que entender para que se pasa una foto a blanco y negro. La técnica monocroma se usa para hacer más hincapié en las figuras y las texturas, con la ausencia de color nuestra mente no se distrae y se centra más en la forma de la imagen.
Los primeros planos suelen ser candidatos perfectos para pasar a blanco y negro resaltando rasgos de la cara. Las siluetas también son buenos candidatos ya que estamos buscando potenciar las formas, el color es lo de menos.
Un error muy común es pasar a blanco y negro fotos donde la luz es la protagonista. Amaneceres, atardeceres o luces de Neón son para destacar, precisamente, la luz. Nos dejamos llevar por la emoción y elo romanticismo del momento y la cagamos.
También hay que tener cuidado con pasar a blanco y negro las fotos de paisajes. Es absurdo, ya que en un paisaje lo bonito suele ser el color y sus contrastes.
Pero bueno, al fin y al cabo a cada uno le gustará una cosa u otra pero esto no quita para que existan ciertas reglas básicas que si las aplicamos tendremos como resultado unas buenas fotografías.
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