Si alguna vez ha existido algo parecido a Dios desde luego eso es Google. Omnipresente,omnipotente y siempre sabe lo que haces. Es algo a lo que ya poco a poco os hemos resignado. Google nos tiene fichados y localizados y no se puede hacer nada. ¿Seguro?¿No se puede hacer nada?
Todos sabemos que nuestro teléfono tiene una opción que es la localización y que al instalar muchas aplicaciones te piden la que tengas activada. Pues ya está ¿No? La desactivo y ya soy invisible. Pues no. Aún teniendo dicha opción desactivada, Google puede saber por donde te mueves.
Vale, vale... ¿Cómo es posible? Muy fácil. Cuando tu te instalas una aplicación, muchas veces te pide asociarla a una cuenta Google y dicha cuenta suele tener la función de localización activada.
Si lo que queremos es desaparecer para Google, que no almacene nuestra posición ni datos en torno a ella podemos hacerlo independientemente de la opción de localización del teléfono. Deberemos ir a nuestro perfil de Google, a los apartados de localización y actividad. Los pasos serían los siguientes:
Dentro de las opciones de tu cuenta Google iremos a Controles de actividad de tu cuenta y pausar la opción Historial de ubicaciones. Así Google no guarda nuestras localizaciones pero sí la información relativa a ellas y para quitar esto tenemos que ir a Actividad en la web y aplicaciones y desmarcar la casilla.
Ahora llegamos al conflicto ético moral entre el servicio y la privacidad. Si desactivas estas opciones las recomendaciones que te de Google serán peores. Sus búsquedas tendrán resultas diferentes ya que no se ceñirá a tus gustos pero eso sí, para Google andarás en la penumbra.
Y vosotros... ¿Preferís servicio de calidad o privacidad?
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