jueves, 14 de noviembre de 2013

ACTITUD VS APTITUD

¿Podemos diferenciar entre actitud y aptitud?

Hablo hoy de este tema porque se que hay gente que no lo tiene claro, entre ellos yo, y me gustaría aclararlo por fin.

Por ejemplo, si conocemos un grupo de personas o entramos en un nuevo trabajo adoptamos una aptitud prudente y positiva. Escuchamos todo lo que dicen, nos pensamos bien nuestras palabras, nos comportamos con suma exquisitez. En otras palabras, disciplinamos nuestras actitud.

Las aptitudes se construyen sobre los cimientos de las actitudes. ¿Pero a qué llamamos actitudes? ¿Qué son? ¿Con que podemos unir la palabra actitud?

                 Actitud...motivada.
        Actitud...concentrada.
        Actitud...relajada.
        Actitud...firme.
        Actitud...alegre.
        Actitud...ambigua.
        Actitud...segura.

La actitud es motivación (o desmotivación), y es concentración (o dispersión, despiste), y es relajación (tensión), y es firmeza (o titubeo, debilidad), y es alegría (o tristeza), y es ambigüedad (o claridad), y es seguridad (o duda). 

En las aptitudes de los demás solemos depositar la confianza. ‘Es listo’, ‘podrá hacerlo’, ‘ es capaz’, ‘ha demostrado ser hábil’. La desconfianza y la decepción llegan por la vía de las actitudes. ‘Ha perdido interés’, ‘ va a los suyo y punto’, ‘es bueno, pero su soberbia le impide ser consciente de que aún debe seguir aprendiendo’, ‘siempre es el más rápido, pero últimamente mira a los demás por encima del hombro’.

Desde que somos niños, vamos modelando nuestras actitudes. Sin embargo, en nuestra vida diaria atendemos mucho más a las aptitudes, a las habilidades, a las capacidades, pensando que serán éstas las decisivas. Y a corto plazo, es muy posible que así sea. 

A medio y largo plazo, las que van a resultar fundamentales en nuestra relación con los demás, y con nosotros mismos, serán las actitudes. El control de las propias actitudes, y el desarrollo de las positivas y la mejora de las negativas, debe ser objeto de atención. 

Todo lo grande que te pueden aportar las aptitudes lo puede hundir en un segundo la actitud. He dicho.
 

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