Dentro de las ideas futuristas de las películas, aquí tenemos una más, un coche volador.
Terrafugia, una compañía del estado de Massachusetts (Estados Unidos) lleva cinco años trabajando en llevar su coche volador a nuestro garaje. Están cerca de lograrlo, y quieren conseguir el último empujón a través del crowdfunding.
Crowdfunding: “Cooperación colectiva, llevada a
cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros
recursos, se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e
iniciativas de otras personas u organizaciones”
Con esta idea tan loca, y con las muchas preguntas que plantea, sus creadores son bastante realistas.
Con esta financiación, que ya va por los 10 millones de dólares,
pretenden producir al año alrededor de 300 unidades de estos vehículos.
Saben que todavía hay mucho camino que avanzar, que su precio (279.000 dólares)
no está al alcance de todos pero prometen seguir adelante con su coche
volador y demostrar que es fácil de conducir, tanto en tierra como en
aire, ya que aseguran que con un entrenamiento de 20 horas es
suficiente.
Ahora
bien ¿dónde y cuándo podremos utilizarlos? Parece una cuestión complicada.
Los creadores dicen que viene con todos los controles y estándares
correspondientes para circular por el asfalto. Sin embargo,
lo de volar implica muchas dificultades. No sólo ya encontrar un sitio
donde despegar y aterrizar si no el permiso pertinente para subir a las
alturas.
La verdad es que es una tecnología fascinante y que plantea muchas preguntas, aunque teniendo en cuenta las medidas de seguridad actuales, se me antoja complicado
que en los próximos años vayamos volando con el coche para saltarnos
atascos. Lo veo un poco caótico.
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