Desde la Universidad de Massachusetts-Amherst nos llega un estudio en el que se demuestra que el grafeno es mucho más resistente el que kevlar a pesar de su reducido peso. Esto lo haría ideal como aplicación para los cuerpos de seguridad.
Es bastante difícil demostrar la dureza de un material con balas
por las propiedades de los materiales y las características de este
tipo de impactos. Jae-Hwang Lee y su equipo han llevado a cabo
unas pruebas con una serie de pulsos láser que simulaban el disparo a una tercera parte de lo que saldrían las balas de un rifle M16.
El resultado fue que el grafeno disipaba la energía cinética de forma que la resistencia a las balas fuera considerada el doble que la del Kevlar, es más, después de estos experimentos concluyeron que el grafeno soporta 10 veces la energía cinética que soporta el acero.
Una vez más se demuestran las propiedades de este material, llamémoslo mágico. El problema es que aún no se ha llevado a la práctica ninguna de ellas ¿Para cuándo este paso?
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