Año 1996. Juan juega a la Nintendo mientras escucha un CD de Metallica y piensa que ha quedado después con sus amigos para salir por el barrio.
Año 2006. Juan juega a la Play mientras escucha en el iPod Metallica y piensa que ha quedado después para salir de fiesta.
Año 2016. Juan juega a la Play 4 mientras escucha en el Spotify Metallica y piensa que ha quedado después para salir a cenar y tomar unas copas.
Lo único que ha cambiado en esos 20 años ha sido la talla de ropa de Juan. Bueno, eso y que puede que Juan sea padre.
¿Es un caso aislado Juan? No. Es una sociedad entera. Las costumbre y hábitos han cambiado y siguen cambiando, lo que no sé decir es si a mejor o a peor. Es como un virus que nos impide hacernos responsables de nuestras acciones, crecer y evolucionar.
Tengo 33 años, soltero y reconozco que sigo en una juventud perpetua porque se está bien, calentito y sin demasiadas responsabilidades pero... ¿Qué ocurre cuando esto le sucede a una persona con criaturas a su cargo? ¿Es bueno esa... dejadez?
Cuesta desprenderse de las costumbres adolescentes, las vamos arrastrando con más pena que gloria. Lo mejor de todo es que ya hemos llegado a ese punto en que hemos perdido la vergüenza. Antes subías a una chica a tu casa y escondías los comics, te adecentabas para parecer adulto y ventilabas la habitación. Ahora, recibes a una chica con una camiseta de tu superhéroe favorito y oliendo a choto toda la casa. Mucho le tienes que molar, wapetón.
Quizá el factor más representativo en este anclaje en la adolescencia sean los videojuegos. La edad media de los jugadores actuales es de 35 años y que decir de la fiebre del Pokemon Go ¿Qué edad tienen sus jugadores? Hay estudios que dicen que España es el segundo país de Europa donde se considera más positivo jugar a la consola que educar al hijo. Uuffff!!! Qué pereza educar y dar valores.
Alejandro García, sociólogo: "Hace dos décadas, la experiencia estaba más valorada. Mantener el estilo juvenil a los 40 se consideraba ridículo, pero ahora parecer joven ha adquirido un valor cultural que no había tenido antes."
Para bien o para mal, se ha creado una nueva etapa entre la juventud y la edad adulta, la juventud tardía. ¿Os suena la frase de... los 40 son los nuevos 30?
La fachada ha desaparecido, quizá sea positivo. Muy poca gente se esconde detrás de un traje para ir a trabajar. Si su trabajo se lo permite va en camiseta friky, pantalones cagaos y zapatillas. La verdad nos hará libres!!!
La imagen de padre serio está desapareciendo, ha llegado el padre colega. Viste como su hijo pero con tallas mayores. ¿Qué imagen percibe el hijo? ¿Una imagen de respeto? ¿Recordáis esos profesores que solo como iban vestidos hacían que ni te menearas del pupitre? Infundían respeto, podría ser mejor o peor, pero no era tu colega, era tu maestro o profesor.
Desplacémonos a nuestro centro de ocio preferido, los bares. En los bares de fiesta, hace 20 años, la edad rondaba como mucho los 24 años, ahora la media está en los 35. Ahí estoy yo bajando la media!! Una cosa, cuando tenías 20 años... ¿Cómo mirabas a una persona de 35 que entraba en un bar de fiesta? ¿Lo recordáis?
El poder de la adolescencia tardía es tan grande que provoca cambios en el propio entorno. Lo que era un bar de cachis, ahora es un Pub de Gin-Tonics. Lo que era una cafetería, ahora tiene luces de colores y cupcakes. El marketing se ha fijado en nuestra adolescencia tardía y está haciendo dinero de ello. Somos más modernos, más pijos (pero sin olvidar nuestra indignación, por favor) y más caros.
¿Cuántos locales con espectáculos había antes y cuántos hay ahora? Monólogos, teatrillo, magia... Todo adaptado al público de hoy en día.
En definitiva, la juventud tardía está aquí. Estamos a gusto con ese rol de inmaduro perpetuo. El dilema es si eso afectará a la progenie venidera o no pero quien quiere responsabilizarse de eso. Como decía Extremoduro: "Salir, beber, el rollo de siempre..."
Amigos lectores ¿Qúe pensáis de este tema?
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