Como se ha dicho muchas veces en este Blog, vivimos en la era de la información o mejor dicho, de la sobreinformación. La pregunta es ¿Cuánta de esta información podemos recordar o almacenar?
El Consejero delegado de Google, Eric Schmidt, ha dicho que en Internet se generan unos 5 Exabytes de información en dos días. Pero... ¿Cuánto es un Exabyte? Pues mucho. Ojito a la siguiente tabla:
En el año 2008 se habló de que nuestro cerebro es capaz de almacenar entre 30 y 40 Terabytes. Pero bueno, como esto tampoco se puede demostrar pues nos lo tendremos que creer hasta que se demuestre lo contrario.
Y lo contrario llego en el año 2016. Un equipo de investigadores del Instituto Salk estimó que nuestro cerebro podría llegar al Petabyte de información ya que cada sinapsis equivaldría a unos 4,7 bits. Menudo Cristo.
Siempre se ha dicho que utilizamos nuestro cerebro en un porcentaje muy bajo, algunos más que otros. ¿Seríamos capaces de almacenar toda esa información generada si aumentásemos ese porcentaje?
A lo largo de nuestra historia han existido grandes memorizadores pero también es verdad que esa cualidad suele ir asociada de un trauma o un defecto al nacer. Eran capaces de almacenar gran cantidad de datos pero no sabían como usarlos.
A casi todos os sonará la película "Rain Man". Esta inspirada en el personaje real Kim Peek. Desde su nacimiento, los médicos dijeron que tenía un retraso mental, un defecto en su cabeza. Este defecto hizo posible que todo lo que leía o escuchaba se le quedase grabado. Se calcula que a lo largo de su vida memorizó unos 9.000 libros.
La llamada Hipertimesia hace que se recuerdes absolutamente todo. Jill Price publicó su caso donde decía que recordaba toda su vida desde los 14 años. Decía que el problema era que al final su vida giraba en torno a recuerdos del pasado.
La conclusión que podemos sacar hasta ahora es que para tener una gran capacidad de almacenaje en nuestra memoria tenemos que ser víctimas de un trauma o un defecto al nacer. Pues que bien.
Entonces apareció el periodista Joshua Foer. Este hombre dejó todo para dedicarse a desarrollar su memoria. Estudió y probó todos los métodos como las técnicas mnemotécnicas o las imágenes metales de lugares a partir de la situación de ciertos objetos. Parece ser que le funcionó bastante bien ya que fue capaz de almacenar y recordar más información de la que antes podía.
Para finalizar, podemos decir que somos capaces de almacenar gran cantidad de información sin necesidad de sufrir traumas o defectos de nacimiento, solo con dedicación y trabajo. Aún y así un servidor duda de que nuestro cerebro esté preparado para almacenar semejante cantidad de información como es la que nos encontramos todos los días de nuestra vida. Quizá una técnica útil sea saber discernir que información es relevante y cual no lo es.
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