Desde un tiempo a esta parte el tema de poner puertas al campo se está poniendo de moda. Me refiero, lógicamente, a esas ideas que circulan por el aire de regular o controlar más el contenido de la red, de Internet.
Ahora es el imperio británico el que se suma al carro. Tras el "exitoso" Brexit (estoy por ver si se van) llega la regulación de Internet. Y es que el Gobierno Británico tiene muy claro su objetivo que no es otro que el de que lo británicos tengan un Internet de más calidad. Eliminando toda la "morralla" o dicho de otro modo que los ciudadanos tengan acceso a lo que el Gobierno quiera.
Vamos por partes. Para empezar se propuso la idea de que el Gobierno de May pudiera tener acceso a los historiales de cada uno de los habitantes de las islas. Se votó y se aprobó. Pero el tema no ha quedado ahí.
La siguiente propuesta es que se controle el contenido de la red. Hablamos de toda la red, webs, blogs, redes sociales... Se premiará aquellos contenidos que cumplan las normas y los que no pues fuera y vetados. Todo esto lo controlaría un organismo legislador puesto por el Gobierno.
Hasta el momento solo es una propuesta pero ojo al alcance que puede tener y sobre todo al efecto llamada en otros países.
A mí esto de que el Gobierno de turno legisle el contenido de la red no me hace ni puñetera gracia. Me da la sensación de que vuelve la inquisición española o la censura. En mi opinión la información debería ser libre, que cada uno publique lo que desee y que el ciudadano haga el ejercicio de analizar el contenido y decidir. Quizá ese es el problema, quizá hay muchos descerebrados sueltos que se creen a pies juntillas cierto contenido y no se molestan en contrastar información o en aplicar el sentido común. Francamente, me parece más sencillo legislar a los descerebrados que decir a la gente lo que debe o no debe ver.
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