Vivimos en un mundo cada vez más dominado por las modas. Locales de moda, ropa de moda, corte de pelo de moda, bebidas de moda o restaurantes de moda que suelen implicar un gran desembolso para terminar la noche en el Telepizza. Allá cada uno.
La verdad, es que esto de las modas nos vuelve un poco idiotas y vemos novedad u oro donde está lo de siempre. Lo que está claro es que de esto se aprovechan algunos para vendernos ese oro.
Una de estas modas es la relacionada con el agua. Hoy por hoy, el agua hidrogenada. Este agua ha llegado desde el oriente y no es más que agua común a la que se le añade hidrógeno. Dicen que tiene poderes antiinflamatorios, ralentiza el envejecimiento y reduce los radicales libres.
Todo esto está muy bien salvo por el hecho de que no se ha demostrado que el hidrógeno tenga estos efectos en nuestro cuerpo. Esto sin contar que el hidrógeno es muy poco soluble y al añadirlo en el agua lo más que conseguimos son burbujitas que se escapan. Además, tampoco está demostrado que nuestro cuerpo absorba el hidrógeno tal cual del agua. Vamos, que a alguno le estoy chafando el día.
Pero aquí no termina las modas con el agua. En California está de moda el agua "cruda", es decir, sin potabilizar. Los defensores de esto dicen que al potabilizarla se eliminan sustancias beneficiosas para el organismo. A estos habrá que decirles también que debido a la ausencia de agua potable, mueren 842.000 personas en el mundo al año y eso sin contar enfermedades que puedan producirse.
¿Os suena la dieta del agua alcalina? La teoría dice que este agua nos ayuda a regular nuestro pH volviéndolo más básico lo cual favorece a nuestro metabolismo, a fortalecer huesos y a alguna cosa sana más. Esto ha llevado a vender agua ionizada alcalina.
Pero lo cierto es que nada de esto está probado científicamente y por otro lado hay que tener en cuenta que no es tan sencillo variar el ph del organismo.
Por último y no por ello menos importante, llegamos al agua embotellada. ¡Qué sana es y que mala es la del grifo! Incluso viviendo en ciudades como Burgos, mucha gente consume agua embotellada.
En los países desarrolladas el agua del grifo sufre cuantiosos controles de sanidad y existen varios puntos de control en su flujo hasta el consumidor final. El agua embotellada... en fin.. en los peores casos solo tiene un punto de control porque se supone que es sanísima de la muerte.
¿Alguien ha demostrado que el agua de mineralización débil o embotellada sea más sana que la del grifo? Que varie el sabor es normal debido a las sales pero... ¿Más sana? Lo que sí se ha vendido mucho es una prueba que hacen en la que el agua del grifo se va poniendo negra. Huyyy!!!! tírala tírala!! Es agua demoniaca!! Pues bien, aquí os dejo un vídeo explicativo:
Por si no ha quedado claro, el color oscuro que toma el agua en la prueba es debido a la oxidación del metal, no a que el agua sea malísima.
Lo que está claro es que para bien o para mal, esta sociedad es cada vez más snoop (no sé si se escribe así). Qué no se me interprete mal, cada uno puede hacer lo que le de la gana pero en muchos casos se ha demostrado que hay una delgada línea entre creerse especial o a la moda y ser un ignorante.
El problema de estas modas absurdas es que se acalla a quienes científicamente pueden demostrar que son falacias, porque perjudican negocios y engaños (que es lo que son la mayoría) muy rentables. Y como en la mayoría de las modas, si te promete más salud, allá que vamos como tontos detrás de lo que nos quieran vender. Pero como bien demuestras, a poco que uno se informe, entiende que lo que hay detrás de estas promesas comerciales son mentiras.
ResponderEliminarGracias por el comentario!!
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