Hace ya un tiempo apareció como un Mesías anunciado por sus profetas una aplicación de mensajería llamada Telegram. Se vaticinó que iba a ser un duro rival para WhatsApp. Mucha gente se cambio al momento por aquello de estar a la última pero el movimiento que esperaba Telegram no se produjo.
No voy a decir que me lo esperaba pero en un mercado con gran cantidad de este tipo de aplicaciones y en la que WhatsApp es el amo y señor era difícil creer lo que algunos decían. ¡Ojo! No estoy criticando Telegram, es una buena aplicación que intenta hacerse un hueco en el mercado.
Uno de los estandartes con los que venia Telegram era la encriptación que usaba en su chat secreto... bueno, bueno, bueno... la locura para los cotilleos. Indesencriptable (creo que me acabo de inventar una palabra)
Era tan poderosa esta encriptación que Telegram lanzo un anuncio al rollo CowBoy:
Un grupo de investigadores Coreanos se puso a ello y meses más tarde declararon que lo habían logrado.
Telegram pasado un tiempo anunció que no hubo ganadores del premio, que nadie lo había conseguido desencriptar. Obviamente quedas un poco mal si aparece alguien y encima le tienes que soltar una morterada.
Los investigadores aclaran que mediante un SmartPhone Android con acceso root encontraron el exploit (programa o parte de un programa que intenta explotar una deficiencia o vulnerabilidad de una aplicación) que les permitió acceder a los mensajes de chat secretos. Estos enviaron un email a Telegram pero este no ha contestado a día de hoy.
Aquí estarán los partidarios de Telegram que dirán que los Coreanos mienten y los que dirán que si no es verdad porque no contesta Telegram a los investigadores. En mi opinión, 300.000 $ es mucho dinero.
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