Hace tiempo ya hablé de la vida y obra de Internet Explorer y los esfuerzos sobre humanos por ponerse al día frente a FireFox y Chrome. Internet Explorer cuando se quiso dar cuenta le habían pasado por la izquierda y por la derecha. todavía se anda buscando.
LA HISTORIA SE REPITE
Cuando apareció FireFox en el mercado, Internet Explorer estaba en una especie de agonía y autocomplacencia pero lo mismo le paso a FireFox cuando apareció Chrome. Hoy en día no te puedes dormir en los laures. Chrome era más rápido, bonito, liviano y simple.
Entonces Chrome empezó a engordar. De los navegadores del mercado posiblemente sea el que más recursos devora del ordenador y si te preocupa la privacidad de tus datos y el uso que se hace de ellos... mmmmm..... olvídate de Chrome.
FireFox se puso las pilas tras el shock inicial consiguiendo, por ejemplo, trabajar con extensiones propias de Chrome, aunque en algunas se mueva a trompicones, además controla mucho más el tema de popups sin necesidad de instalar tediosos complementos como Adblock.
Ahora bien, si lo tuyo es el entorno Web y tienes memoria RAM para aburrir, tu navegador es Chrome, ya que tiene muchas más opciones para la Web y es más cómodo hacer desarrollos en ella. Todo esto sin contar que por norma general Chrome se mueve mejor en Android que FireFox.
A todos esto, Internet Explorer sigue viendo los toros desde la barrera.
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