Pues ya estamos aquí otra vez. Ha sido un mes de desconexión y reordenamiento de ideas en uno de los viajes más increíbles que he hecho nunca, La Ruta 66.
Tras meses de preparación, búsquedas y comparaciones, el 5 de Agosto nos pusimos en marcha para recorrer una de las rutas más famosas de todo el mundo. The Mother Road nos estaba esperando.
¿Por qué este viaje?
¿Y por qué no? Un viaje en el que puedes conocer la sociedad y la cultura americana. Un viaje en el que puedes disfrutar de parques naturales espectaculares y ciudades increíbles. Un viaje en el que pones a prueba tu resistencia en todos los sentidos, desde luego aprendes algo más de ti y creces como persona.
A lo largo de toda la preparación y toma de decisiones te encontrabas con gente que te animaba y con gente que se cuestionaba el viaje. Las frases más oídas fueron "Vas a pasar todo el viaje en el coche", "Es un viaje increíble", "En Estados Unidos están locos", "¡Adelante!"... Obviamente solo nos quedamos con las frases de ánimo, estábamos decididos, íbamos ha hacerlo.
Como se ha hablado en algún post anterior, la vida está ahí para vivirla, para disfrutarla. Cada uno la disfruta a su manera, desde luego pero ¿Cuántos conocéis que tienen ese sueño en forma de viaje o proyecto o lo que sea y no terminan de dar el paso porque las excusas se interponen en su camino?
Hemos vuelto, sanos y salvos, con las pilas cargadas, con nuevos proyectos en la cabeza y con el convencimiento de que con ganas y fuerza de voluntad nada es imposible.
Dicen que la "carretera madre" enseña algo a cada persona que la recorre, quizás lo que yo he aprendido es a creer un poco más en mi mismo.
Me despido con una frase que estaba grabada en el salón donde desayunábamos los últimos días en Los Ángeles.
"They call us dreamers, but we are the ones who do not sleep"
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