sábado, 4 de agosto de 2018

¿HAY QUE CONTARLE TODO A NUESTRA PAREJA?

Como bien dice la letra de la canción de Mago de Oz, Maite Zaitut, el secreto de una relación es la confianza, el respeto y un colchón. Que cada cual evalúe cada una pero hoy nos centramos en dos de las tres, la confianza y el respeto.


La comunicación y la sinceridad es vital para una relación sólida. Hasta aquí estamos de acuerdo ¿No? El problema es que en una relación existen dos tipos de comunicación. El primer tipo es aquel en el que cada uno tiene una idea de relación idílica y mediante el dialogo entre ambos se van acercando las partes. Bien, llegamos al segundo tipo. Este está oculto a nuestra pareja y en el se sitúan nuestros deseos más ocultos y que forma nuestro identidad. Integrar estos dos tipos de comunicación es vital para el éxito de un relación. No, no es tan sencillo.

"Si a las reglas sociales les sumamos nuestros intereses personales, nos sale una trola cada ocho minutos."

Si para poder adaptarnos al primer tipo, que llamaremos "guía de la relación perfecta", tenemos que pisotear el segundo tipo que  llamaremos "mi mundo personal", tenemos un problema y no seremos felices. Es por esto que muchas veces se recurre a la "mentirijilla" de la felicidad.

Sinceridad, sinceridad, sinceridad... pero... ¿Hasta donde? Hay investigaciones y estudios de relaciones que dicen que es mejor una sinceridad medida que una completa. 

1º. Contarlo todo, a la larga, hará que nos sintamos en la obligación de, efectivamente, contarlo todo y de esta manera cuando pase algo que no debamos contar, nos sentiremos culpables.

2º. El misterio es calificado por las personas como algo sensual y atractivo. Si contamos todo, se pierde el misterio y pasamos a ser un libro abierto muy amigable (¡frienzone alert!).

3º. En ocasiones, se confunde la sinceridad con el control. La información que pedimos no es para que nuestra pareja demuestre sinceridad sino para tenerla controlada. ¡Huy! Por ahí no vamos bien.

4º. Como dice la canción, la confianza es importante, muy importante. Si se cuenta todo no sería relevante dicha confianza.


Mitos de la sinceridad en pareja
1º. Mi pareja debe ser mi mejor amigo. Con los amigos solemos ser transparentes en temas de emociones y sentimientos mientras que con la pareja hay ciertos matices. Según la experiencia del Dr. Díaz Morfa es que las parejas amigas suelen dejar de ser parejas porque se resiente la sexualidad (el colchón de la canción)

2º. La relación supone la unión total. Esto viene a ser como los Power Rangers cuando formal el Megazor. Pasan de ser una unidad individual a ser un conjunto. Esto se suele hacer en nombre del amor pero a la larga suele asfixiar. 

3º. Confianza total. En ocasiones una confianza total es contraproducente ya que confiamos pensando que no va a pasar nada porque nuestra pareja está fuera del mercado y un día.. ups! Confianza sí, pero comedida. Además, un exceso de confianza suele reportarle a la pareja que no te importa la relación o eso dicen. Aunque lo entiendo, discrepo.

4º. La pareja no puede serlo todo. Hay que distinguir entre el espacio personal y de pareja y lo que es más importante, respetarlo.

"No hay que confundir sinceridad comedida con barra libre para disparar culpas y reproches, ni vivir a golpe de mentira"


Vale, entonces no hay que contar todo a nuestra pareja pero... ¿Cómo sabemos que hay que contar y que no? Según psicólogos especialistas en relaciones las cosas que hay que procurar evitar contar son las siguientes:

1º. No hablar demasiado de las relaciones anteriores. Hay que evitar hablar de lo fantástica que era tu ex pareja en la cama o lo divertida que era haciendo tal o lo que te hacía reír. Mejor calladitos.

2º. Hemos tenido una aventura. ¿Lo contamos? Pues bien, si la aventura fue un calentón de aquí te pillo y aquí te mato, atracción física pura y dura es mejor no contarlo. Ahora bien, si hay algo más de fondo o las aventuras son reiterativas entonces sí, algo falla en la relación.

3º. Prohibido contar fantasías sexuales con otras personas. Nada de decir que fantaseas con el camarero de ese bar o con la compañera de la oficina. Los sueños, sueños son. 

4º. No hablar de la familia política a no ser que sea para expresar una opinión constructiva. Recuerda que esa familia estaba antes que tu y lo mismo tu pareja se molesta o la pones entre la espada y la pared.

5º. Tampoco es recomendable hablar de defectos físicos de nuestra pareja sobre todo si no tienen solución. Has elegido eso, ahora te aguantas o lo dejas pero no des la murga. Expresiones usando diminutivos no suelen hacer gracia.

6º. Como hemos dicho hay que respetar el espacio del otro pero no es muy recomendable hablar de lo a gusto que estás cuando haces cosas solo porque la pareja puede sentirse excluida.

7º. IMPORTANTE. No hablar cuando estamos emocionalmente inestables. En un debate que se fue de madre, una pela, una discusión lo mejor es irse a dormir y mañana retomar el tema si es necesario. A veces, resetear la mente y un sueño reparador solucionan el problema.

"No es recomendable sacar temas a debate si solo van a aportar toxicidad a la relación."

En conclusión, debe haber confianza para contar las cosas que fomenten la salud de la relación, esas cosas que lo único que pueden aportar es mierda es mejor no ponerlas encima de la mesa. Hay un dicho en terapia de pareja que dice: 

"A un amigo se le cuenta de la A a la Z, a la pareja como mucho hasta la W." 

¿Qué opináis del tema queridos lectores? ¿Sinceridad total o comedida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario