Gran Bretaña está buscando nuevas armas o herramientas para luchar contra los accidentes de tráfico derivados de las distracciones al volante. En muchos de estos casos esa distracción tiene forma de SmartPhone.
Según las estadísticas de este país, cada 10 días muere una persona al volante por usar el teléfono mientras conduce, casi nada. Para reducir estas cifras, las autoridades han desarrollado un astuto plan, los camiones camuflados.
Básicamente, se trata de cabinas de camión conducidas por agentes y equipadas con diversas cámaras que aprovechan su posición elevada con respecto a los coches y así pueden ver que se está haciendo en el interior de los vehículos además de grabarlo por si lo tienen que usar como prueba.
En el tiempo que se lleva usando este método ya se han puesto unas 4.000 multas por infracciones como hablar por teléfono, escribir mensajes de texto o manejarlo en el regazo... hay que decir que también han sido por liar cigarrillos, aplicarse maquillaje o comer cereales. ¡¿Comer cereales?! Acojonante.
En España se estima que alrededor del 30 % de los accidentes mortales se deben a distracciones por el uso del móvil. Hablar por teléfono multiplica por 3 la probabilidad de tener un accidente y escribir un mensaje hasta por 23.
En encuestas realizadas a conductores, el 25% afirman que hablan por teléfono mientras conducen como si se tratase de un hecho normal de la actividad y el 18% contesta a mensajes.
Todos sabemos que nuestros teléfonos tienen el llamado modo avión pero y si tuvieran un modo coche que deshabilitase ciertas funcionalidades mientras estas conduciendo. A veces me da la sensación de que el SmartPhone monopoliza mis post.
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